¿Las redes sociales, una herramienta de esperanza o de daño?

¿Las redes sociales, una herramienta de esperanza o de daño?

¿Cansado de toda la negatividad que inunda las redes sociales?
Naya quiere que sepas que puedes cambiar el mundo, una persona a la vez, a través de la comunicación digital.

Naya* permanece en silencio. La luz azul de la pantalla de su computadora se refleja en las lágrimas que se acumulan en sus ojos y luego resbalan por sus mejillas. Coloca los dedos sobre el teclado y comienza a escribir.

Este no era el trabajo que Naya imaginó hacer en sus días de escuela secundaria. Aceptando las expectativas de que se convertiría en enfermera, trabajó arduamente para ser admitida en un programa de enfermería. Sin embargo, sus planes se desmoronaron cuando no alcanzó la nota requerida por solo punto y medio.

Rindiendo su vida a la guía de Dios, oró: “Señor, ¿qué quieres que haga?”
Naya se casó con un pastor y se ocupó de criar a sus hijos y servir en la iglesia local. “No estaba muy convencida de la necesidad de compartir el amor de Dios en el contexto más amplio en el que vivíamos”, explica, señalando lo difícil que es desear el bien a tus enemigos cuando te persiguen o tratan de hacerte daño. “Dios,” oró Naya, “tú dijiste que compartiéramos el evangelio con todos, pero vivo en un lugar donde eso nos traería grandes problemas.”

Lo que Naya no sabía era lo que Dios tenía preparado para ella. Al asistir a un seminario sobre servicio mediante métodos digitales, el presentador notó enseguida su talento para comunicar con claridad y de forma cercana, además de su habilidad para hacer comprensibles las verdades bíblicas. La invitó a unirse a su equipo de personas que respondían preguntas espirituales en redes sociales. Naya sintió la dirección de Dios y aceptó.

Al principio, el flujo de mensajes duros y llenos de odio fue abrumador, y oró para que Dios enviara más personas que realmente estuvieran buscando la verdad. Con el tiempo comprendió que también necesitaba que Dios trabajara en su propio corazón, para poder servir con compasión y sabiduría.

Hoy los mensajes hostiles son menos frecuentes, y Naya ha ganado discernimiento y confianza, aprendiendo a responder con calma, razonamiento sólido y preguntas reflexivas que invitan a la gente a profundizar y explorar honestamente las Escrituras.
“De verdad tenemos que saber en qué creemos”, afirma. “Hay tantas ideas equivocadas sobre nuestra fe. Pero cuando compartes directamente desde la Biblia, la gente te respeta y empieza a confiar en la Palabra de Dios. Comienzan a verla como lo que realmente es: la Palabra de Dios.”

La emoción de Naya es contagiosa cuando describe lo que siente al ver a alguien abrir su corazón a Jesús. “Derramo lágrimas por lo que veo”, dice. “Antes no podía imaginar que Dios obraría en personas así. Cuando ves cómo el Espíritu Santo abre los corazones, estás presenciando un gran milagro.”

Cuando recuerda su miedo pasado a hablar, Naya se maravilla de cómo Dios le ha permitido comunicarse con personas de todo el mundo desde la quietud de su propio hogar, rodeada de cuatro paredes. Con los ojos humedecidos, dice suavemente: “¡Realmente no merezco servir a Dios! Estoy tan agradecida por cómo me ha guiado. Ahora puedo ver que Él tenía un gran plan para mi vida desde el principio.”

Naya te anima a apoyar este ministerio y a usar tú mismo las redes sociales para servir a los demás, para ayudarlos a sentirse seguros y abrir sus corazones con preguntas sinceras. “Necesitamos más obreros”, dice. “Dios puede hacer su obra, pero al final seremos responsables si no hacemos nuestra parte. Es Su decisión usarnos. No importa quiénes seamos, todos podemos compartir el evangelio y experimentar pasión por la obra de Dios.”

*Nombre cambiado

Oremos: Dios de la cosecha, gracias por permitirnos ser instrumentos de tu amor en este mundo oscuro. Por favor, bendice a Naya y a todos los que son embajadores digitales para ti, y ayúdame a reconocer cómo me estás guiando para trabajar a tu servicio.